sábado, 4 de agosto de 2007

otra de jueces

El juez de la corte de Sao Paulo, Brasil, Manoel Maximiliano Junqueira Filho acaba de convertirse en estrella mediática cubriéndose de gloria por el razonamiento más increíblemente homófobo que ha podido leerse en una sentencia judicial en año. La historia comienza cuando José Cyrillo, director deportivo del Palmeiras brasileño insinuó en un programa de televisión que Richarlyson jugador de un equipo rival, el Sao Paulo, podría ser homosexual. Richarlyson demandó a Cyrillo por injurias y nuestro juez decidió archivar la causa alegando que el fútbol es "un juego viril, no homosexual" y que "Si fuese homosexual tendría que admitirlo o hasta omitirlo o guardar silencio al respecto. En esa hipótesis, sin embargo, sería mejor que abandonase las canchas" porque "No es que un homosexual no pueda jugar al balompié, que juegue si quiere, Pero forme su equipo e inicie una federación"y además añadió al razonamiento lindezas como que la presencia de un jugador homosexual en un equipo brasileño "perjudicaría la uniformidad de pensamiento del equipo y causaría incomodidad a los hinchas y a sus hijos durante los juegos" y que "el fútbol es un juego viril, varonil, no homosexual, hay hasta himnos que consagran esa condición y afirmó que quien recuerda la Copa del Mundo de 1970 jamás concebiría un ídolo suyo homosexual" y que "si se aceptan atletas homosexuales en las canchas y si la moda pega, pronto habría un sistema de cuotas".

Sin palabras.
 
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