martes, 22 de julio de 2008

vencejos

 
Solo unas horas, una tarde, parte de una noche. Un libro, un patio, una ensalada creativa. Una banda sonora de vencejos incansables. Nada más. El tiempo acompasado, acariciante, sin sobresaltos. Y todo lo demás fuera de la noche, de la tarde, del libro, del patio, de la ensalada, de los vencejos. Todo lo demás y todos los demás. Cuánto nececisto una cura de soledad en calma. Más prolongada. Más honda. Para mimarme. Para alejarme temporalmente del infierno. Del infierno que son los otros.
Posted by Picasa
 
Locations of visitors to this page