miércoles, 8 de julio de 2009

de montañas.

A veces uno cree que ha saltado todas las piedras grandes del camino, que ha sorteado las trampas, que ha sido capaz de olvidarse a ratos de los obstáculos y mirar el emocionante paisaje. Y entonces aparece, amenazadora, esa montaña que mirabas a veces de reojo sin querer reconocer que estaba allí. Ya no quedan atajos. Hay que encararla. Miras un momento al suelo, te tiemblan las rodillas ante el reto. Pero has aprendido tanto en el camino, qué es una montaña, cuál es su fuerza no la pueda; y sobre todo qué paísaje sobrecojedor habrá tras ella. Está decidido, en breve comienzo la escalada.

1 comentario:

Carlitos Sublime dijo...

Sí, muy críptico, sobrecogedor diría. Pero en fin, todos somos montañeros en algún momento de nuestras vidas. Yo ando buscando el equipo...

Un fuerte abrazo.

 
Locations of visitors to this page