jueves, 1 de mayo de 2008

el TSJA y la EpC

Rompo un silencio de un mes por algo que me ha molestado hasta casi la indignación. Me refiero al fallo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía acerca de la asignatura de Educación para la Ciudadanía. El tribunal estima que algunas frases de los Reales Decretos de aplicación de dicha asignatura rebasan los valores constitucionales y entran el colisión con el derecho de los padres a dirigir moral e ideológicamente la educación de sus hijos. Yo creo que el derecho de los hijos a recibir una educación alejada de sesgos ideológicos erráticos debería estar por encima del derecho de los padres a imponérselos, pero ese es otro debate. Concretamente las frases que molestan al Tribunal Superior andaluz en los curriculos de primaria son: una que habla de que es necesario formar ciudadanos que rechacen "todo tipo de discriminación por razón de nacimiento, de capacidad económica o condición social de género y de raza" y otra que dice que la educación debe ser un fomento "al respeto de las diversas opciones vitales de las personas y los grupos sociales , desarrollando la sensibilidad y la actitud crítica hacia estereotipos racistas, xenófobos, machistas y homófobos". La primera la rechaza porque la Constitución no habla de discriminación de género sino de discrimiación por razón de sexo. Y que introducir el género es ideologizar. Tócate el níspero, Benito. Y declara nula la expresion "de género". En la segunda declara nula la expresión "opciones vitales". Qué miedo, a ver si los chicos de primaria se van a enterar de que la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra el principio de la libertad individual y les va a dar por pensar y elegir por sí mismos.

En lo relativo a la E.S.O. en los Reales Decretos vuelve a declarar nula la expresión "de género" y otra frase que les parece un horror, a saber "dado que la construcción de la identidad es una tarea compleja, es necesario que la contribución de la escuela a ese proceso de construcción huya de la simplificación y de los enfoques esencialistas, para asumir una perspectiva compleja y crítica" según el TSJA rompe el principio de neutralidad ideológica que debe presidir el quehacer de las instituciones públicas. Y esto último quizá sea cierto. Pero si alguien es tan simple y esencialista como para imponer a un adolescente un ideario que niegue la diversidad de modelos válidos y la complejidad en la construcción de la identidad personal, no sé si debería permitírsele la educación de otra persona.

Para colmo el Superior de Andalucía reconoce que no tiene potestad para anular un Real Decreto y es por ello que conmina al Tribunal Supermo a hacerlo, pero pide que mientras éste se pronuncia se aplique cautelarmente su sentencia.

Me indigna que el derecho de los padres a dar a sus hijos una educación sesgada, esencialista y fanática esté por encima del fomento de los valores constitucionales (de su espíritu al menos, más que de su literalidad). Y no sé cuántos padres rechazarán de verdad los valores contenidos en las frases que al TSJA le parecen una intromisión en un derecho paternal, pero espero, por el bien de España, que sean pocos.

3 comentarios:

Santiago Chiva, Granada dijo...

Educación para la ciudadanía hubiera sido una buena apuesta si hubiera verdadera voluntad de buscar lo que une a los españoles. Es evidente que no todos pensamos lo mismo sobre la vida, el matrimonio, la sexualidad o la familia. Sin embargo, hay muchas cosas en las que estamos de acuerdo una mayoría muy cualificada de los ciudadanos: por ejemplo, en la necesidad de promover la solidaridad con las personas ancianas, enfermas o necesitadas, de un modo práctico, haciendo visitas a esas personas, con una preparación previa; ¿no podíamos esforzarnos en buscar lo que nos une? En todo caso sería mejor que servirse de la educación para imponer a los hijos aquello en lo que sus padres no creen. Parece que buscar lo que une es más una estrategia en periodo de crisis que algo en lo que crea el ejecutivo.

Un saludo,

Santiago
http://opinionciudadano.blogspot.com/

mikgel dijo...

Vamos a ver Santiago Chiva de Agustín rechazar la discriminación por razón de nacimiento, de capacidad económica, condición social, género o raza ¿no son valores comunes? Si quieres te recuerdo el artículo 14 de la Constitución Española.

No todos pensamos lo mismo sobre la vida la sexualidad o la familia pero lo que dicen los Reales Decretos es que hay que fomentar el RESPETO por todos los modelos. ¿eso no es un valor común? Porque el valor contrario es la imposición inquisitorial de un modelo único.

La solidaridad ocn los excluídos está por supuesto contenida en la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

La asignatura no pretende imponer a los hijos aquello en lo que sus padres no creen, lo único que hace es fomentar el respeto por aquellos que creen otra cosa.

Yo es que no termino de entender tu mensaje, me parece politizado y carente de fondo. Los valores constitucionales es lo que nos une, el respeto por el otro, la no discriminación, la actitud crítica hacia el mundo que nos rodea, el rechazo de la exclisión de quien piensa o vive de otra manera.

Vulcano Lover dijo...

Migkel, sólo esos valores nos hacen verdaderamente libres. Es una pena que en un país y en una sociedad que se autoproclama del primer mundo, avanzada, democrática y en plena libertad, no se fomente lo único que sostiene eso, que es la capacidad individual de ser libre y elegir. Así de simple... Estoy contigo, guapo.

 
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